Sinopsis
He aquí una magnífica historia entre el «año cero» (recordemos la famosa película de Rossellini Alemania, año cero) y el llamado «milagro económico». En una ciudad devastada por la guerra, pero llena de vida, a nuestros protagonistas les espera aquello que, quizá demasiado sencillamente, llamamos una gran sorpresa. Nada es lo que parecía ser: Eric irá asistiendo, página a página, capítulo a capítulo, a una serie de revelaciones que lo harán cambiar para siempre.
Este impresionante viaje en el tiempo ofrece una inédita y refrescante visión del Berlín de finales de los años cincuenta. Tan poderosa y seductora que transforma nuestra propia perspectiva de esa parte de la historia, entre los escombros y la reconstrucción, con sus alegrías y su oportunismo, con sus miserias y sus remordimientos. Y lo hace de un modo muy refrescante y más allá de cualquier cliché.
Regreso a Berlín podría ser una historia de Somerset Maugham, pero no lo es. O de Graham Greene, pero tampoco… Eso sí, tiene todo lo que nos gusta de estos dos escritores (la potencia narrativa, el misterio, el perfecto análisis de los personajes, las disquisiciones morales) y también la sutileza y la inteligencia femeninas de Verna B. Carleton, uno de los grandes nombres secretos de la literatura de su época.
«Con gran dominio, Verna B. Carleton nos conduce a través de complejas relaciones familiares, concede a sus personajes la posibilidad del cambio y los dota —sobre todo a las mujeres— de inteligencia y coraje. De este modo, consigue un espectacular retrato de toda una generación en un país destrozado por la guerra. Un país que debe, laboriosamente, reconstruirse, reinventarse y ajustar sus cuentas con la culpa». Christiane Schwalbe, neue-buchtipps.de
«Verna B. Carleton apuesta por la potencia del diálogo, por la consistencia psicológica de los personajes y por una fascinante estructura de la trama… Una lectura apasionante». Christiane Florin, Deutschland Funk
«Una obra de tal humanidad que no podemos dejar de asombrarnos una y otra vez… Un hallazgo fascinante». Tanya Lieske, WDR